miércoles, 21 de diciembre de 2011
Solsticio de invierno
Últimamente no tengo tiempo para administrar todos los blogs que en su día, por uno u otro motivo, abrí. Me dije que cada uno sería una ventana de la casa literaria que me conforta, pero gestionarlos me lleva un tiempo precioso del que nos dispongo en estos momentos.
Por eso he decidido reformar la casa y abrir un gran ventanal en esas paredes exteriores llenas de pequeñas ventanas. Mantendré ese primer blog que abrí, Bacøviciøus, mi nombre de guerra, mi blog personal, y en él iré incorporando nuevas entradas que antesa distribuía en todos los blogs.
Acude allí, si quieres conocer las últimas novedades sobre La enfermedad del lado izquierdo.
Un fuerte abrazo, my friend
Esteban
viernes, 9 de diciembre de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" en el blog del poeta David Vázquez

La obra se compone de dos partes principales. En la primera, se diferencia una estructura clara de diferentes historias alrededor del personaje principal que contextualizan su situación personal y su carácter y que al final todas se acaban entrelazando progresivamente hasta llegar a un punto común. Así, la segunda parte nace de dicho punto para volver a deshacer la madeja.
Seguir leyendo aquí
jueves, 24 de noviembre de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo", según Miguel Sanfeliu

El protagonista de esta historia se enfrenta al desmoronamiento de su vida. Su mujer le denuncia por maltrato psicológico, apenas tiene contacto con sus hijos, su trabajo, pese a ser ascendido, carece de todo aliciente, el vacío que rodea su existencia amenaza con tragarlo y se manifiesta como una extraña enfermedad: Se le empieza a paralizar el lado izquierdo, el lado del cuerpo donde se aloja el corazón, órgano relacionado con la humanidad y la bondad. Comprende que debe huir de todo aquello que le agarrota, debe buscar su propia libertad, reconciliarse consigo mismo. Y esto lo hace en una casa en la sierra de Guadarrama, al pie de los Siete Picos, identificando el campo, la naturaleza, con lo más puro del ser humano. A partir de este momento, su vida comienza a reorganizarse y descubre nuevos significados respecto a la amistad y el amor.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
Charla sobre "La enfermedad del lado izquierdo"
Diablos Azules(c/ Apodaca, nº 6 – Madrid)
La misión verdadera decada uno
La Editorial Eutelequia tiene el placer de invitarle a la tertulia literaria
que impartirá el escritor
A todo lector que compre el libro Eutelequia le invita a
martes, 18 de octubre de 2011
"Enfermé del lado izquierdo", un tema de Miguel Ángel Cortés basado en "La enfermedad del lado izquierdo"
Bueno, en algún sitio hablé de esto.
My friend Miguel Ángel Cortés, voz, armónica, saxo y cantante de Crazy Cabin, empezó a leer "La enfermedad del lado izquierdo" y zas, como las primeras gotas de lluvia de una tormenta, empezaron a llegarle al coco estrofas, rumores y músicas.
El resultado ya puede comprobarlo hace varios meses.
Me dijo
espera, no le des bola todavía que hay que meter una buena batería.
Me dijo
espera, voy a hacer un vídeo.
Y esperé.
En una de nuestras comidas mensuales en el Barriga Llena de Chueca vino con una cámara de fotos y aquí estamos, los de siempre, los que nos conocemos desde los diecisiete años y seguimos viéndonos al menos una vez al mes, los rockeros, "los esponjas".
Aquí estamos haciendo honor a nuestra fama y metiéndonos para el cuerpo unos tequilas reposados.
Ándele manito, ¿no habrá otra güerita fina por ahí?
Gracias tron, de corazón, muchas gracias.
Y gracias a todos "los esponjas" por su apoyo en esta faceta literaria.
¡Sigamos bebiendo margaritas!
jueves, 13 de octubre de 2011
Nueva reseña de "La enfermedad del lado izquierdo", por Francisco Martínez Bouzas

Esteban Gutiérrez Gómez
Editorial Eutelequia,
Otra editorial independiente, llegada del este con “el buen propósito” de aunar arte, filosofía y narrativa, todavía con una parca carta de navegación, pero con un futuro prometedor porque edita de forma exquisita, nos acerca a la narrativa de Esteban Gutiérrez Gómez, un “ser disociado” que publica poesía bajo pseudónimo, imparte talleres literarios y siente simpatías por cuentos escritos por rockeros. La enfermedad del lado izquierdo es su tercer libro. Una novela breve estructurada en dos partes (Morbus e Medeor), que el paratexto diferencia mediante un cambio de numeración de los capítulos: creciente en la primera, decreciente en la segunda.
BRUJULAS Y ESPIRALES
Cuaderno de crítica literaria de Francisco Martínez Bouzas
miércoles, 28 de septiembre de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" en AR (La revista de Ana Rosa Quintana)

La maldición del amor reglamentado
¿Cuántas veces hemos coartado a nuestro corazón? ¿Cuántas veces hemos prohibido al lado izquierdo de nuestro cuerpo que se expresase libremente? "La enfermedad del lado izquierdo", de Esteban Gutiérrez Gómez (Ed. Eutelequia, 13 €) cuenta la historia de un hombre atormentado por las reglas del amor establecidas por su mujer, que decide renacer alejándose de ellas.
Es una de esas pocas novelas contemporáneas que tienen fe en el ser humano y que encienden una luz en medio de las tinieblas. Un tesoro para aquellos que han perdido su independencia personal, que avistarán aquí un posible camino hacia la felicidad.
martes, 27 de septiembre de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo", reseña de Daniel Figuero
Una fábula. A mitad del libro me he dado cuenta de que estaba leyendo una fábula. De acuerdo, no hay animales ni objetos que hablan. Pero es breve (algo más de cien páginas), tiene moraleja, pocos personajes, una gran inventiva y es rica en imaginación. Una fábula contemporánea en la que se habla de las crisis, del trabajo rutinario y el matrimonio cuadriculado, de las oportunidades, y de ”la espiritualidad necesaria para salir de la alienación consumista y posesiva”.
Lo sé, esto último tiene un tufo a autoayuda que en otra novela me hubiera empujado a salir corriendo, pero el cuentista virtuoso que anida en Esteban Gutiérrez y cuya técnica se deja ver bien entre las páginas me ha enganchado por varias razones. La primera: que va al grano, me cuenta lo que necesito, lo justo, no se demora en interminables descripciones ni del paisaje, ni del clima, ni siquiera de los personajes. Incluso el protagonista es, a pesar de su padecer físico, de aspecto difuso. La estructura de la novela también me ha gustado, dividida en dos partes, con los capítulos numerados en orden ascendente en la primera y descendente (algo que tiene mucho que ver con los picos que se citan ) en la segunda. Cada capítulo forma una secuencia individual, autónoma e independiente en sí misma, pero correlacionada con las anteriores. Es una manera en la que, personalmente, me encuentro muy cómodo a la hora de escribir, y también creo que se acerca más a un lector actual (el que lee en el metro, vamos)...
miércoles, 31 de agosto de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" según Kebran
De su blog:
lunes, 22 de agosto de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" en CULTURA+

Una primera ojeada al índice de La enfermedad del lado izquierdo, la última obra del novelista, cuentista, poeta y colaborador en diversas revistas (“ser disociado” se llama a sí mismo) Esteban Gutiérrez Gómez, nos muestra de qué forma curiosa los capítulos de este libro se van disponiendo en un principio en orden correlativo normal y ascendente hasta el número 25 (partiendo de un número 0, que se titula “El cuchitril”) para, a partir de ahí, seguir un orden descendente que acabará asimismo en un capítulo 0, final de la novela, pero en este caso titulado “El santuario”.
Este orden de ascenso y caída, este perfil, en gran medida, de una montaña, nos ilustra ya desde el principio sobre la naturaleza de la novela. La enfermedad del lado izquierdo nos narra el descenso paulatino de su protagonista, un hombre común, anodino, cotidiano, que poco a poco se va hundiendo en la sima del aburrimiento y de la rutina (patentizada en ese dolor progresivo que siente en el lado izquierdo de su cuerpo, como si en gran manera estuviera somatizando la grisura de su vida) hasta que llega a un punto de inflexión, a lo más hondo, o a lo más elevado de la monotonía. Y es entonces cuando comienza el descenso, la bajada a otra realidad distinta que parecía imposible pero que sólo se encontraba al otro lado de la montaña.
martes, 26 de julio de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" en la Semana Negra de Gijón

lunes, 25 de julio de 2011
La enfermedad del lado izquierdo en la Revista "En sentido figurado"

¿Qué tal se sentiría si alguien decidiese por usted? ¿Qué pensaría de la enfermedad? ¿Acaso su enfermedad, paradójicamente, también se encuentra ubicada en el lado izquierdo? Pues bien, esta es su novela. No es necesario que siga leyendo, no es necesario que nadie le diga el aro por dónde debe pasar.
Pero si acaso no es su caso y ha decidido leer un poco más, curiosear, fantasear, fundamentalmente profundizar en uno de esos designios divinos que le puedan llevar a la lectura de “La enfermedad del lado izquierdo” podría decirle que Pascual, su protagonista, vive la vida siguiendo los dictados que su mujer, Norma, le prescribe desde un despótico cuaderno de hule azul. De este modo Pascual se levantará una mañana kafkiana y descubrirá que le es imposible apoyar su pie izquierdo.
Seguir leyendo aquí
domingo, 24 de julio de 2011
La enfermedad del lado izquierdo según J. Jorge Sánchez
Y, antesdeayer, uno decidió seguir el consejo de su amigo pero hubo de acompañar la lectura con unas hierbas digestivas en vez de, como hubiera deseado, un buen Syrah o un Merlot. He de edcirte esteban, a modo de descargo, que el día anterior tuvo la culpa: una dorada monumental recién pescada a la sal y un par de botellas de Chardonnay dejaron el sistema digestivo bajo mínimos.
Con todo, pese a que el maridaje era de lo menos adecuado (o no, a tenor de la cosmovisión de uno de los personajes protagonistas de la novela), me estiré en una hamaca, a la sombra y al olor del jazmín revivido tras estar a punto de ser aniquilado por la hiedra con la que compartía tierra, y pasé dos horitas placenteras con La enfermedad del lado izquierdo.
viernes, 22 de julio de 2011
La enfermedad del lado izquierdo en La tormenta en un vaso

«Siempre me había fascinado aquella vista de las montañas (…) Algo en mi interior me hacía sentirme satisfecho cuando la divisaba (…) El perfil de aquellos Siete Picos era mágico para mí».
Así comienza La enfermedad del lado izquierdo, la última novela del escritor Esteban Gutiérrez Gómez, autor asimismo de libros de cuentos, poesías y participante en diversas revistas literarias. Esta su última novela, publicada por la joven pero muy prometedora Editorial Entelequia, narra la historia de un hombre que, sin más bagaje en realidad que esa visión de las montañas y el bienestar que le proporciona, decide romper con todo su pasado anterior, un pasado de rutina, grisura, monotonía, movimientos entrenados y calculados… Sin más horizonte, y nunca mejor dicho, que las azules y próximas —pero que en realidad parecen inalcanzables— montañas azules del Guadarrama, el protagonista de La enfermedad del lado izquierdo decide emprender un camino sin rumbo fijo, pero libre de sus ataduras, que se habían ido somatizando en un progresivo y casi fatal dolor en su costado izquierdo.
Narrada con un estilo ágil y actual, lejos de esos engolamientos trascendentaloides que tan propios son de los libros de auto-ayuda y/o crecimiento personal. La enfermedad del lado izquierdo es una odisea pequeña, pero sincera e intensa, en la que cualquier lector puede verse reflejado. Se trata de ese viaje, en apariencia corto pero seguramente el más largo, hacia lo que nunca debimos dejar de ser. “Nunca es tarde para ser lo que deberías haber sido”, abre el libro una significativa cita de George Eliot.
viernes, 15 de julio de 2011
lunes, 11 de julio de 2011
La enfermedad del lado izquierdo, por Felipe Zapico

martes, 28 de junio de 2011
Satisfacción.es
El caso es que La enfermedad del lado izquierdo está gustando. Tengo también, es lógico, mis críticas, pero apenas se han hecho públicas. No me ha ocurrido lo que a Patxi, que le pone a parir su dulce y sucia Janis un tal “Lector Malherido” (“una novela boba” dice el menda este). El caso es que cuando leí la crítica del enfant terrible de la opinión narrativa me dio la impresión de que no habíamos leído la misma novela. Luego descubrí la verdad: el “criticón” no se la ha leído, no debe haber pasado del primer capítulo y se ha permitido echar por tierra un trabajo acojonantemente bueno. Algo injusto. Ya que critica, que lo haga con fundamento, digo yo. Tampoco me extraña de alguien que dice que el mejor Jon Bilbao (y con diferencia) no es el de los cuentos.
En fin, que “podía haber estirado más” la novela, que “daba para mucho”. Como con El colibrí blanco, cuando Carlos Salem me dijo “mamón, con este argumento escribo yo seiscientas páginas de un novelón”. Pues eso, que para bien o para mal es mi estilo, que me gusta insinuar más que mostrar y que busco que sea el lector el que acabe de rematar la historia en la cabeza. Que si “la estructura, armazón que soporta las palabras, se pierde”, dice algún galdosiano. Eso. Escritor impresionista, si existiese tal definición. O cuentista cortaziano, que eso sí que se dice de los inclasificables.
Pero, sin tirarme más el rollo, el caso es que La enfermedad del lado izquierdo gusta, se vende y la gente la recomienda boca-oreja. Que se quedan en la cabeza algunos símbolos que describo, que se anotan algunas frases para el futuro o se llega a segundas y terceras líneas de lectura que van mucho más allá de la aparente historia de pareja. Que causa satisfacción. Gracias a todos, es un halago.
Pero más que de eso, quiero escribir de las “casualidades” que me gratifican. La primera ocurrió antes siquiera de tener forma de libro, cuando Clea, la editora de Eutelequia, identificó a mi personaje con un amigo suyo en una historia exactamente igual. Durante la presentación en Madrid, tan solo con lo que Mario Crespo iba desgranando de la novela, otros dos lectores se sintieron identificados con el personaje principal. A cuarenta días vista desde que La enfermedad del lado izquierdo está en la calle son algunos más los que me han escrito y dicho “cabrón (textual de X.R.), eso mismo me pasó a mí”. El caso es que hemos descubierto que el luto de la ruptura sentimental, del matrimonio o pareja más o menos duradera, genera enfermedades que somatizan los malos sentimientos, y que estos se hacen palpables durante y después de producido el hecho causante. La hostia, se lo tengo que contar a Punset.
Otra “casualidad” (y ya sabéis que yo no creo en las casualidades) ya la he dejado caer en este blog. Se trata de la ilustración de la portada, ese árbol-hombre seco y enfermo en su lado izquierdo y sano por el derecho.
Sin saber siquiera que algún día se publicaría esta historia marché en 14 de agosto de 2010 a darme el garbeo habitual de 20 kilómetros por mi santuario en las montañas de La Fuenfría y, sin tener conocimiento exacto del motivo por el que lo hacía, tomé fotografías de árboles que me llamaban la atención, machacados en uno de sus lados por el viento del norte y la carga de la nieve, maltratados hasta hacer que reposasen, casi heridos de muerte, sobre el suelo. Guardé esas fotos en una carpeta con el nombre "Árboles-Hombres", con la idea de escribir un poemario metafórico al respecto. Nunca mi consciencia unió esas fotos a La enfermedad del lado izquierdo, sin embargo, Manuel Moreno, el ilustrador de Eutelequia, sí lo hizo. Y lo extraño es que no nos conocemos ni él sabía de la existencia de esas fotos. ¿Casualidad? Ya ven.
Más cosas. Firmando La enfermedad del lado izquierdo en la Feria del Libro de Madrid acudieron allí dos mujeres (perdón, pero tengo una memoria débil para los nombres, no así para las caras) cada una con un ejemplar de mis anteriores propuestas literarias. Llegaron por separado a la búsqueda de lo nuevo, que les había gustado “el colibrí” o “el laberinto”, que felicidades, que me seguirán leyendo porque mis narraciones les llevan a otro mundo. Más o menos las dos dijeron lo mismo y con el mismo tono de agradecimiento o, quizá, admiración. Las considero mis primeras lectoras que no me siguen por ser amigas o compañeras o por recomendaciones de amigos o compañeros, que me leen porque les gusta lo que escribo y cómo lo escribo. Me originó un deleite especial. Gracias.
A M.A.C. le escribí letras para Over Load cuando era guitarrista y cantante de esa banda heavy. También le escribí alguna letra para Killing Jazz, el proyecto musical en el que se embarcó después y donde, además de la voz, ponía la armónica o el saxo. No recuerdo, pero es posible que algo le escribiese también para Crazy Cabin, su nueva formación claramente orientada al Rhythm and Blues. El caso es que ahora se ha dado la vuelta a la moneda. Después de leer La enfermedad del lado izquierdo e inspirándose en la historia, ha creado una composición, un blues llamado Enfermé del lado izquierdo, que es una barbaridad de lamento, una maravilla almada a la que le faltan algunas pinceladas (pocas, quizá una batería más soul) y que dentro de pronto os dejaré escuchar. Me ha dicho que harán un vídeo con el tema. Ah, cómo promete todo esto.
Y me marché con el soniquete de ese blues a coronar el Picu Urriellu y a recorrer entera la Senda del Cares para regresar roto y feliz a casa dos días después y encontrar la mirada de M.T. (o quizá su dúplice, Amanda) que en la presentación de Cuentos para hambrientos 2 en Getafe me dice que tenía ganas de verme y de contarme, que me iba a gustar, que era algo maravilloso. Y me cuenta, y casi se me saltan las lágrimas como a un niño feliz, el pecho a punto de explotar. Tan solo os dejo unas pinceladas porque M.T., una escritora del copón que se ha llevado muchos muchos premios y ha sido publicada en varias antologías, me dice que lo tiene que escribir y yo identifico esa necesidad. Pues más o menos es lo siguiente: hace unos días acude con su familia a un pueblo de Asturias donde tienen una casa. Están todos, sus hermanas y sus padres. El padre, ochenta años, sufre Alzheimer no muy avanzado, reconoce a la familia pero es incapaz de recordar lo que hizo ayer o hace unas horas. En fin, ya saben, una putada. M.T. va a pasar diez días allí y lleva sus lecturas, que deja sobre la mesa del comedor. Entre esos libros está La enfermedad del lado izquierdo. La primera tarde, casi al anochecer, Jaime (así se llama su padre) mira los libros, los ojea y escoge el mío. Se lo lee de un tirón (un par de horas, supongo), lo cierra y le dice a M.T. “Es de un amigo tuyo, ¿no?” “Sí”, contesta M.T. “Me gusta” dice Jaime. M.T. y su madre hablan sobre ello y se preguntan si habrá entendido algo del libro, si recordará lo que ha leído. M.T. pregunta a su padre y su padre le responde algo así como “las montañas, los siete picos”. Bueno, algo es algo se dice M.T. Lo sorprendente es que al atardecer del día siguiente Jaime vuelve a observar los libros sobre la mesa, parece estudiarlos y elige de nuevo La enfermedad del lado izquierdo. Vuelve a leerlo (otras dos horas) y cuando acaba la madre le pregunta y él responde algo parecido, que le gusta. Lo dice sonriendo, satisfecho, casi casi podría decir que feliz. Y así noche tras noche, todas las noches durante aquellos diez días. Me emociono cuando escribo esto. Un fuerte abrazo, amigo Jaime, un trocito de ti estará siempre conmigo.
Pues eso, que no puedo esperar nada mejor que esta historia y que toda mi sed de trascendencia ha sido saciada. Y que os lo agradezco de corazón. Y que va por vosotros...
lunes, 20 de junio de 2011
Crónica de la presentación en BCN de "La enfermedad del lado izquierdo", por Elias Gorostiaga
"La enfermedad del lado izquierdo", por Francesco Spinoglio
lunes, 13 de junio de 2011
jueves, 9 de junio de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" en ALJAZEERA

"La enfermedad del lado izquierdo" en El Heraldo de Henares

Esteban Gutiérrez Gómez
El Heraldo de Henares
4 de junio de 2011
Reseña de Miguel Baquero
Muchas veces lo más difícil es huir, y lo más fácil, aguantar. Así podría deducirse tras la lectura de La enfermedad del lado izquierdo, la última novela de Esteban Gutiérrez Gómez, novelista, cuentista, poeta y, sobre todo, activista cultural a través de diferentes revistas literarias.
En su nueva obra, EGG nos narra la historia de un hombre común, un personaje anodino como tantos que sin saber muy bien cómo, por simple inercia, se ve de pronto encerrado en una vida de rutina opresiva, de monotonía desesperante, de aburrimiento continuo… una vida perfecta y rígidamente administrada por su esposa.
La resistencia interna a esa vida insulsa se va manifestando poco a poco en forma de pequeños dolores en el lado izquierdo de su cuerpo, dolores que se extienden por aquella parte, afectando cada vez a más órganos, hasta que sucede podría decirse que lo inevitable…
A partir de este punto, la vida del protagonista parece resetearse, y sin más perspectiva que unas montañas en el horizonte, el paisaje que añora desde que era niño, comienza una nueva vida que, para su propia sorpresa, no acaba en el desastre al que parecía estar abocada fuera de la rutina ordenada y cotidiana. Muy al contrario, acaba desembocando en esa vida que, sin él saberlo, echaba de menos…
Narrada en un estilo ágil, directo, en el que se trasluce la vitalidad y el optimismo que el autor ha querido dar a su historia, La enfermedad del lado izquierdo es un canto a la esperanza, a la convicción de que, aunque todo parezca estar ya encarrilado sin remedio, igual puede ocurrir algo inesperado en el tiempo de descuento.
Así al menos opina África, uno de los personajes más entrañables de esta novela, embarcada en una rebeldía que ni siquiera está dentro de las rebeldías habituales, de los anticonvencionalismos aceptados. Nunca es tarde, parece decirnos EGG, para encontrarnos a nosotros mismos y dirigirnos decididamente hacia esos paisajes que toda la vida hemos tenido enfrente.
La enfermedad del lado izquierdo es una novela muy recomendable para todos aquellos que quieren oír hablar sobre los diversos rumbos que tiene la vida sin caer en la ñoñería de los libros de autoayuda, con ese punto algo cínico y, sobre todo, con esa escritura cuidada, fresca y literaria que aporta Esteban Gutiérrez Gómez.
martes, 7 de junio de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo" según Mario Crespo

Norma:
La enfermedad del lado izquierdo es una V. Y en el vértice está la clave, el punto de inflexión que, como un veterano del guión, Esteban Gutiérrez Gómez construye con maestría. Dos partes. Eros y Tánatos. Los apolíneo y lo dionisiaco. Morbus (alteración del cuerpo humano) y Medeor (tratar una enfermedad según las reglas). Dos vidas, un descenso y un ascenso, un cuaderno de hule que le sirve de agenda y de bastón de mando a una mujer de armas tomar, Norma, que apunta minuciosamente hasta los “turnos” en los que han de hacer el amor. Norma es la palabra clave de esta primera parte. De manera simbólica la norma está presente, es una constante. Paro algo cambia las reglas.
La enfermedad:
Casi todos los órganos importantes parecen estar al lado izquierdo. El lado izquierdo puede aglomerar un sinfín de simbolismos, puede hacer referencia a muchas cosas, es muy literario.
Dicen que ninguna enfermedad física es equiparable en ningún caso a una mental. Pero una enfermedad también se puede somatizar. En el lado izquierdo, claro.
África:
Gaia, la madre tierra, está presente en toda la obra de Esteban. Sus personajes aman la naturaleza y él nos transmite ese amor construyendo sensaciones con las palabras. Los árboles, los Siete Picos, la casa en la sierra…
África es el continente más salvaje, pero también es un personaje de la novela, África es el terreno ideal para que bata las alas una mariposa que acaba de romper la crisálida. África es la Luz. La Vida.
La enfermedad del lado izquierdo:
Si me preguntasen de qué va la novela, diría que es un cuento sobre un pájaro enjaulado que se resigna a su suerte y, quizá por eso, de repente, luego la recupera por obra y gracia de… su suerte.
Esteban es un cuentista, y se nota en la manera de afrontar las estructuras: capítulos como cuentos que hilan, puntada a puntada, una novela. Su prosa avanza con ligereza y te va atrapando poco a poco hasta que te mete dentro de la mente del pobre Pascual.
Como crítica:
De esta idea, con más material y más desarrollo de los personajes, se podría haber sacado una novela de mucho más peso, porque posee un gran equilibrio entre el humor y el dramatismo y cuando el lector empatiza totalmente con el personaje principal, cosa que el autor logra con acierto, el libro se acaba.
La enfermedad del lado izquierdo. Esteban Gutiérrez Gómez. Eutelequia, 2011.
lunes, 6 de junio de 2011
"La enfermedad del lado izquierdo", libro recomendado del mes

jueves, 2 de junio de 2011
Entrevista en Canal 8 (Ser Madrid Sur)
La rebelión ante todos los lazos y las leyes absurdas que a veces nos imponen los convencionalismos sociales o que nos hacemos cumplir nosotros mismos, eso es “La enfermedad del lado izquierdo”, el último libro de Esteban Gutiérrez. Una obra breve y de fácil lectura que nos acerca a una relación cuadriculada y asfixiante, la del protagonista y su mujer Norma, que desemboca finalmente en un viaje interior hacía una vida más libre de ataduras.
Esteban Gutiérrez, fuenlabreño ganador del Certamen literario “Amor en un minuto” de Cadena Ser Madrid Sur y autor de libros de éxito como “El laberinto de Noé” o “El colibrí blanco”, sorprende ahora con una novela distinta y cercana. Esta historia que comienza con una relación de pareja en la que un cuaderno de hule azul refleja las reglas donde se marcan desde cuándo se hacia el amor hasta la hora de la ducha, ha hecho que algunos lectores se identifiquen con muchas de las cosas que se cuentan, según reconoce el propio autor.
En una entrevista concedida a 8madrid sur TV, Esteban Gutiérrez, reflexiona sobre las normas y las ataduras con que vivimos en el día a día y nos ofrece las claves de una novela amena y muy recomendable, que nos hará reflexionar.
viernes, 27 de mayo de 2011
Firma en la FERIA DEL LIBRO DE MADRID
Sed buenos.
Salud & Felicidad
jueves, 19 de mayo de 2011
La dedicatoria
(mientras escucho
miércoles, 11 de mayo de 2011
Presentaciones de "La enfermedad del lado izquierdo"
La enfermedad del lado izquierdo
“Una novela sobre la fuerza destructiva y sanadora del amor”
“…Como los viejos marinos que alargaban la línea de la vida acuchillándose la palma de la mano, el protagonista decide trazar el mismo su destino, dar una nueva oportunidad al amor, encontrar las respuestas en el viento, entre otros náufragos del materialismo y la prisa. Una novela con reminiscencias beats, que recupera el espíritu hippie despojándolo de complejos gracias a la fina ironía con que es narrada. Una gran metáfora en forma de flor salvaje.”
Librería TIPOS INFAMES
Calle San Joaquín nº3
MADRID
y del autor, Esteban Gutiérrez.
Presentan los escritores:
Gsús Bonilla y Mario Crespo.

*****************************
MIÉRCOLES 18 DE MAYO
*******************
(próximas)
17 DE JUNIO
19:00 horas
La Central del Raval
BARCELONA
sábado, 7 de mayo de 2011
Ficha técnica del libro

Titulo: La enfermedad del lado izquierdo
Autor: Esteban Gutiérrez Gómez
ISBN: 978-84-938733-2-5
Editorial: Eutelequia
Colección: Narrativa
112 páginas
Precio: 13.00 €
Fecha lanzamiento comercial: 16/05/2011
Distribuye: UDL Libros
Teléfono: 918 823 280
Fax: 918 800 658
http://www.udllibros.com
miércoles, 13 de abril de 2011
viernes, 18 de marzo de 2011
La portada

martes, 8 de marzo de 2011
Así empieza la novela
Siempre me había fascinado aquella vista de las montañas. Me la encontraba en cada recodo de la carretera que me llevaba al norte. La buscaba desde cualquier punto elevado de la ciudad. Me gustaba reconocerla. Algo en mi interior me hacía sentirme satisfecho cuando la divisaba. Una sensación de conformidad, de identidad, de posicionamiento en la realidad. Su visión me generaba una seguridad que me aferraba al mundo, que hacía de mis piernas raíces, estacas clavadas en la tierra. El perfil de serrucho de aquellos Siete Picos era mágico para mí.
Fue lo primero que pensé cuando la mujer abrió la puerta. Frente a nosotros, en la minúscula ventana con forma de triángulo que daba luz a la habitación, se perfilaban aquellas siete cumbres rocosas. Sin embargo, en ese instante, algo dentro de mí sonó a roto. Aquella silueta me perseguía. Era el dibujo de mi vida. Pero fue sólo un momento. Aquella sensación desoladora pasó pronto. Pensé, bueno, así son las cosas, nada mejor que tenerlo siempre allí, siempre presente. Arriba y abajo.
Aquella habitación era inhabitable. Hace algún tiempo había oído hablar de ello. En las urbanizaciones de los pueblos de la sierra aprovechaban los espacios bajo las cubiertas de los tejados para construir trasteros. Algunos propietarios habían llegado más lejos, y alquilaban aquellos cuchitriles como apartamentos abuhardillados. Disponían de conexiones eléctricas, casi siempre ilegales, un grifo de agua sobre una pileta que hacía las veces de ducha y un inodoro de juguete conectado artesanalmente a las bajadas residuales. Eso en el mejor de los casos. Pero se alquilaban. La inmigración buscaba alojamientos baratos, no confortables. Avancé dos pasos y me situé en medio de la habitación. Sólo en el centro, en una línea imaginaria que iba desde la puerta a la ventana, se podía estar de pie. Abarqué con los brazos las caídas de las paredes, apoyé las palmas de mis manos sobre la madera y dejé que el peso de mi cuerpo se relajase. Agaché la cabeza sobre mi pecho y cerré los ojos. Me sentí como un cristo crucificado. Cuando levanté la mirada, allí estaban las montañas. La mujer hablaba de normas, de precios, de vecinos, de frecuencia de trenes, de ubicaciones de farmacias y de bancos y de mercados y de churrerías. Que lo tenía comprometido pero que por ser yo. Dos pasos más y mi frente se apoyó sobre el cristal de la ventana. Si pudiera decirles a aquellas montañas todo lo que suponían en mi vida. Dije que sí, sin preguntar el precio, sin siquiera saber si aquella cama liliputiense se ajustaba a mis necesidades. Me reí, después, cuando me senté sobre ella y se desplomó en el suelo. Así estaba mejor, pensé, no podía caer más bajo, y me quedé dormido.