miércoles, 28 de septiembre de 2011

"La enfermedad del lado izquierdo" en AR (La revista de Ana Rosa Quintana)





La maldición del amor reglamentado





¿Cuántas veces hemos coartado a nuestro corazón? ¿Cuántas veces hemos prohibido al lado izquierdo de nuestro cuerpo que se expresase libremente? "La enfermedad del lado izquierdo", de Esteban Gutiérrez Gómez (Ed. Eutelequia, 13 €) cuenta la historia de un hombre atormentado por las reglas del amor establecidas por su mujer, que decide renacer alejándose de ellas.


Es una de esas pocas novelas contemporáneas que tienen fe en el ser humano y que encienden una luz en medio de las tinieblas. Un tesoro para aquellos que han perdido su independencia personal, que avistarán aquí un posible camino hacia la felicidad.




http://www.ar-revista.com/ocio/libros

martes, 27 de septiembre de 2011

"La enfermedad del lado izquierdo", reseña de Daniel Figuero






El Jardín Literario: La enfermedad del lado izquierdo


Una fábula. A mitad del libro me he dado cuenta de que estaba leyendo una fábula. De acuerdo, no hay animales ni objetos que hablan. Pero es breve (algo más de cien páginas), tiene moraleja, pocos personajes, una gran inventiva y es rica en imaginación. Una fábula contemporánea en la que se habla de las crisis, del trabajo rutinario y el matrimonio cuadriculado, de las oportunidades, y de ”la espiritualidad necesaria para salir de la alienación consumista y posesiva”.

Lo sé, esto último tiene un tufo a autoayuda que en otra novela me hubiera empujado a salir corriendo, pero el cuentista virtuoso que anida en Esteban Gutiérrez y cuya técnica se deja ver bien entre las páginas me ha enganchado por varias razones. La primera: que va al grano, me cuenta lo que necesito, lo justo, no se demora en interminables descripciones ni del paisaje, ni del clima, ni siquiera de los personajes. Incluso el protagonista es, a pesar de su padecer físico, de aspecto difuso. La estructura de la novela también me ha gustado, dividida en dos partes, con los capítulos numerados en orden ascendente en la primera y descendente (algo que tiene mucho que ver con los picos que se citan ) en la segunda. Cada capítulo forma una secuencia individual, autónoma e independiente en sí misma, pero correlacionada con las anteriores. Es una manera en la que, personalmente, me encuentro muy cómodo a la hora de escribir, y también creo que se acerca más a un lector actual (el que lee en el metro, vamos)...




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